La Prevención de Riesgos Laborales o PRL es la disciplina que promueve la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores. Comprende el conjunto de medidas y actividades que se llevan a cabo para evitar o prevenir que el trabajador sufra un accidente por las condiciones del trabajo. Entre los riesgos derivados del trabajo podemos diferenciar accidentes, enfermedades, lesiones o patologías. Existen tantos riesgos en el trabajo como tipos de trabajo. por lo que se hace necesaria una formación en Prevención de Riesgos Laborales específica de cada profesión. Esto explica por qué es tan importante la Prevención de Riesgos Laborales tanto para el empresario como para el trabajador.
En los últimos años, los accidentes laborales han sufrido un aumento bastante considerado del 25%. Esto nos lleva a pensar que tanto los trabajadores como las empresas han dejado de darle la importancia que se merece a la prevención de accidentes. El Ministerio de Trabajo, ante este tema fundamental en la salud de los trabajadores, ha elaborado una Guía Laboral de La Prevención de Riesgos Laborales. En ella se establece un Plan de prevención de riesgos laborales. También reconoce los derechos y los deberes que, tanto empleados como empleadores, tienen ante esta cuestión.
Plan de Prevención de Riesgos Laborales
El Plan de PRL es una de las obligaciones que tiene la empresa para con sus trabajadores. Este plan engloba todas las medidas de seguridad que adopta la empresa para evitar poner en riesgo a los trabajadores. Todas las medidas de seguridad son de mucha importancia porque no sólo existe el riesgo de un accidente físico. Podemos reconocer otro tipo de riesgos a largo plazo que pueden ser mucho más graves.
Tipos de riesgos
- Psicosociales. Aquellos trabajos que pueden provocar estrés u otro tipo de problemas psicológicos en los empleados. Por ejemplo, trabajos de oficinas o despachos.
- Deterioros a largo plazo: en este caso es el entorno ambiental el que afecta al trabajador. Pueden surgir problemas de pérdida de oído y visión por la exposición repetida a un factor dañino. Por ejemplo, por el empleo de productos químicos en las industrias de perfumería y cosmética. También es común la aparición de problemas respiratorios en trabajadores que se exponen a entornos agresivos. Por ejemplo, los operarios de carretillas elevadoras tienen que estar continuamente entrando y saliendo de cámaras frigoríficas, lo que pone en riesgo su salud por los altos contrastes de temperatura y humedad.
La actividad preventiva de una empresa se integra en el sistema de gestión de la misma.. Es decir, gracias al Plan de Prevención de Riesgos Laborales se crea la Política de Prevención de la empresa, que deberá tener presente en cualquier tipo de actividad. El documento que recoge el plan tiene que ser público para todas las autoridades y todos los trabajadores. Tiene que ser único a cada empresa y estar adecuado a cada tipo de actividad, sus dimensiones y sus características. Además debe contener:
- Características generales de la empresa: nombre. tipo de actividad, número de trabajadores y de centros de trabajo y sus características más relevantes en cuanto a riesgos que corren.
- En relación con la prevención de accidentes, la estructura organizativa de la empresa, sus niveles jerárquicos y las vías de comunicación ante un peligro o accidente.
- Organización de la producción: distintos procesos técnicos y prácticas y sus procedimientos organizativos.
- Organización de la prevención en cuanto a modalidad elegida y órganos de representación.
- Política de prevención, objetivos y metas, además de todos los recursos de los que dispone la empresa para ello.
Evaluación de riesgos
Para poder realizar el Plan de Prevención de Riesgos Laborales es necesaria una evaluación de riesgos previa. Con esta evaluación se estiman los posibles peligros que los trabajadores pueden sufrir en cada puesto de trabajo. Se toman en consideración aspectos como las características de las instalaciones, los equipos de trabajo, la propia organización del trabajo… En definitiva, las condiciones del trabajo existentes o previstas y la situación del propio trabajador.
¿Cómo se debe hacer?
Para poder llevar a cabo una evaluación de riesgos de una empresa hay que clasificar cada trabajo que se desarrolla en ella. Un mismo trabajador realiza más de una actividad, por lo que se deben identificar y agrupar todos los tipos de actividades que los trabajadores llevan a cabo durante su jornada. Con la clasificación hecha, toca hacer un análisis de los posibles riesgos en cada una de las actividades. Identificar los problemas desde la fuente que los puede provocar, en quién se puede provocar y el daño que ejercería. Teniendo reconocido ya el problema, toca estimar el riesgo que supondría. Para ello se mide la severidad del daño en tres niveles: ligero, dañino, extremo.
Tras saber la peligrosidad que tiene cada riesgo para el trabajador vemos la probabilidad. Midiendo esta variable podemos preveer si un riesgo es alto, medio o bajo en función de la facilidad con la que se podría producir.
¿Quién debe hacerla?
La evaluación debe realizarla una persona competente que cuente con la capacidad y las aptitudes necesarias para desarrollar las funciones. Según la normativa, en empresas pequeñas, con poco riesgo y poco personal, el propio empresario o uno de sus trabajadores puede adquirir las competencias necesarias con el curso de Auditor PRL y ser el encargado de las tareas de prevención de riesgos laborales.
En el caso de empresas más grandes o con una actividad más peligrosa estas tareas deben llevarse a cabo por una empresa ajena dedicada a la Prevención de Riesgos Laborales. Las técnicos capacitados para ello realizarán el plan de prevención, la evaluación de riesgos y confeccionarán las medidas necesarias en materia de prevención.
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